lunes, 30 de abril de 2012

Morriña

Hay algunos días en los que, sin saber muy bien por qué, te pilla la morriña desprevenida.
- Buenas tardes, ¿está la señora de la casa?
- No mire, ha salido.
-¿Con este tiempo?
- Bueno, es que está ocupada.
- Ay el trabajo... la burbuja bruselense, que es muy absorbente, ¿verdad?
- No, bueno, sí, pero es que la pilla ud. en mal momento.
- Que tiene un mal día ¿no? Si es que es normal, tal y como están las cosas.
- Mire, es que no quiere verla, lárguese ya de una vez p/santa vez a su casa.
- ¿A mi casa...o a la suya?

Ay.

Normalmente, uno lleva mal el invierno en Bruselas. Pero a mí me ha desarmado el buen tiempo. "Parece Madrid", decía ayer Elena en la terraza del Zebra. "Bueno, Madrid de finales de febrero", maticé. Pero lo cierto es que anoche era la primera noche suave del año. Se podían sentir las ganas, pero no agarrarlas. Ver todo lo que no se está viviendo, lo consabido, pero no cuestionado. Qué impaciencia.

Al llegar a casa decidí vengarme y me compré la entrada para ver a Paco de Lucía en el Gent Jazz. Muy recomendable si andáis por tierras de coles. Además, viene otra vez con Farruco. Hasta entonces, contando los días para un Madrid y un Mallorca. Ay, volar, volar, volar.


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