La Gare du Midi es el punto más al sur de Bruxelles. Quizás no mapa en mano, pero sí pasáis un domingo por la mañana por su mercado sabréis a qué me refiero.
Los puestos que abarrotan la calle ofrecen un surtido que va desde la ropa de baratillo, frutas o juguetes de imitación hasta el maquillaje L'Oreal, unos ficus o gambas. Caos, gargantas al grito de "un euro, euro" -pero leído /an eugo, an eugo/-, señoras con velo, hombres con chilabas, modernos con gafas de pasta, expatriados tirando de carritos de Ikea. Así es Midí.
Midi tiene tres cosas imprescindibles. 1) Ser uno de los pocos lugares donde los belgas, los expatriados europeos y los musulmanes se mezclan sin problema alguno.
2) El puesto de las crêpes magebíes. Sencillamente, uno de los mejores "restaurants" de Bruselas. Aceitunas, higos, queso, miel y té verde + las manos pegajosas durante las dos siguientes horas. Genial.
La sale à manger
3), las cajas de frutas y verduras a un euro que venden apresuradamente mientras cierran. Bien negociado, te puedes llevar la compra de la semana por menos de diez euros. Variedad no falta.
Frutería
Pescadería
Huevos de granja
La compra de la semana por unos 8 euros. El pan libanés, tremendo.
Me hubiera gustado subir la foto de la docena de pingüinos de peluche de un metro de alto que vendían en Navidad. No puedo, porque me pidieron no hacerla:
"Pas photos, madamoiselle, c'est tout volé" (fotos no, señorita, todo es robado).
Qué queréis, siempre he sabido apreciar la honestidad.
Y si todavía no os he logrado convencer de que Midi /Zuidstation es el sur más al sur de Bruselas, tenéis que saber que hace 50 años era el barrio español de la ciudad. En Saint Gilles convergían nuestros emigrantes con los italianos y los portugueses. En las últimas décadas, los españoles se han fundido con los belgas y Midi ha viajado aún más al sur, al Magreb. Pero en sus callejas, quedan vestigios ibéricos muy interesantes.
Polvorones, cachaça y embutidos.
Id al sur cuando vengáis al norte. Merece la pena.