martes, 2 de noviembre de 2010

Botánica y matemáticas

Hace una semana fue mi cumpleaños. El primero que paso en Bruselas. Pero lo más significativo de éste no fue su peculiaridad geográfica. Ni siquiera la particularidad de verme rodeadas de caras tan distintas a las habituales (aunque igualmente cariñosas). Lo más extraño, lo que hizo distinto este cumpleaños, fue la característica temporal. Y es que, como hablaba ayer con un muy buen amigo, aunque he pasado de 23 a 24,  juraría que he cumplido más de un año.